lunes, 14 de diciembre de 2015

Qué ver en #Marrakech en pocos días

 
Marrakech es una de las ciudades más visitadas de Marruecos y aunque no es mi favorita (prefiero ciudades menos turísticas y pueblecitos que no salen ni en el mapa) sí que me gusta siempre que voy a Marruecos parar aunque sea a pasar un día allí, o más bien a pasar una noche, una mágica noche en la famosa Plaza D Jemaa Lfna.
 


La ciudad roja, es una ciudad a la que le tengo un cariño especial, la primera vez que viajé a Marruecos con mi amiga Noe nos dejamos caer allí y pasamos un mes de lo más interesante y puede que sea el motivo de esta parada siempre obligatoria.

Marrakech es un caos, tal cual. La ciudad vive del turismo y como tal te vas a sentir. En otras ciudades puedes pasar desapercibid@, te sientes más arropad@, pero en Marrackech no, no es una ciudad demasiado acogedora, allí te conviertes en negocio, vayas donde vayas, tu cara de Europe@ se convierte por segundos en una moneda de Euro, por muy pocos que tengas, por desgracia así es. Te paran en cada rincón para “acosarte” y conseguir que compres aquello que no tenías pensado comprar (o sí), quieren acompañarte a todos los lugares (a un buen precio “amego”)… y es lo que más rabia y pena me da, porque la mayoría de turistas que van por primera vez a Marruecos y lo hacen a esta ciudad, vuelven con esa sensación, y Marruecos no es eso… ni de lejos.

Es verdad que la ciudad no destaca por tener grandes museos ni exposiciones, pero sí hay lugares y cosas que son obligatorio visitar y hacer. Si es tu primera vez en el país vecino pincha  AQUÍAQUÍ (te ayudará, espero...). 

No necesitas demasiados días para conocer la ciudad, con dos o tres sería más que suficiente, si tienes algunos días más pues mucho mejor, así puedes visitar algunos lugares vecinos muy interesantes.

 Te recomendaría alojarte en la Medina, por tres motivos, primero por la cercanía a la Plaza ya que al fin y al cabo va a ser el lugar que más frecuentes. Segundo por el precio, ya que si vas a dormir en otros barrios el precio de los hoteles-riad aumenta y bastante, y tercero porque el ambiente (ya sea la de esta ciudad o la de cualquier otra del país) es maravilloso. 

Bien, una vez en la Medina (rodeada por una muralla de 16 Km. de perímetro, ahí es ná) CALLEJEA, CALLEJEA Y CALLEJEA.

 

 
 Debes saber que al igual que todos los caminos llegan a Roma, pues en la Medina todas las direcciones llegan a la Plaza Djemaa Lfna, donde vas a vivir a partir de media tarde un espectáculo digno de ver. Se concentran faquires, encantadores de serpientes, bailarines disfrazados de bailarinas, cuenta cuentos, atracciones de feria, malabaristas, vendedores ambulantes, artistas de henna, aguadores, puestos de comida, vendedores de dientes, de higos chumbos, de caracoles… en fin, un teatro al aire libre. Ojo con los carteristas.
 

 
 

La comida de los puestos de la plaza no es de lo mejorcito (avisad@ quedas) siéntate donde veas a marroquíes locales. Mi restaurante favorito de la Plaza es el Toubkal, bueno, bonito y barato. 

Si te gusta visitar monumentos, aunque la ciudad no destaque por tener los mejores, puedes ir al Palacio Bahia, las tumbas saadíes, la Madrasa Alí ibn Yusuf y el Museo de Marrakech. No hay demasiado que destacar, bueno sí, su mala conservación en alguno de los casos, siempre es bonito imaginar lo que pudo ser aquello.
 


 

Uno de los barrios que me gusta frecuentar es el de Mellah, al sur de la Medina, es el antiguo barrio judío, tiene unos estrechos callejones que impiden no perderte en ellos y unas tiendecitas escondidas que venden una bisutería difícil de encontrar en otros barrios. 

Hay dos jardines en la ciudad que hay que visitar, uno por su belleza y otro para hacerse la foto, el primero, y aunque hay que pagar entrada ( no recuerdo pero es muy barata) es el Jardín Majorell, donde hay más de 300 especies de plantas, estanques con peces, muros azules, color … no te lo puedes perder.



 
El segundo jardín es el Menara, donde van parejitas a pasear y familias a merendar, tiene un gran estanque en el centro y vale la pena hacerse la foto con la puesta de sol.
 

 

Si durante tu viaje coincide que es Ramadán, estás de suerte, yo soy de lágrima fácil y me emociono con facilidad, pero recuerdo con especial emoción ver rezar a miles de personas juntas, ordenadas ante el minarete de la Mezquita Koutubia, cerca de la Plaza. Dicen que la Giralda y ésta son hermanas gemelas. No dejes de ir.
 


Si en algún momento te apetece desconectar un poco de todo el barullo de la Medina, puedes ir a visitar el barrio de Gueliz, donde encontrarás tiendas de marcas conocidas con productos a precio fijo sin la necesidad de regatear (aunque ir a Marruecos y no regatear es como ir a una churrería y pedirte una cerveza, por poner un ejemplo estúpido).

Hay dos excursiones estrella que hay que hacer si tu tiempo te lo permite;

Valle de Ourika, a unos 45- 50 minutos de Marrakech, si vas en verano es ideal para refrescarte ya que las altas temperaturas de la gran ciudad a veces son insoportables. Es un paraje natural con cascadas muy bonito, se puede comer allí comida casera o llevarte la comida en plan PIC-NIC. Para ir hay grand-taxis baratos que te llevan y te esperan hasta que decidas volver o puedes arriesgarte a esperar a que llegue otro, todo depende de lo aventurer@ que seas.
 

 

Essaouira, no estoy segura del tiempo que se tarda en llegar desde Marrakech, puede ser hora y media (siempre he ido desde otras ciudades) pero vale la pena ir y mucho. Es un pueblo pesquero bonito no, lo siguiente, sobre todo la ciudad vieja donde está la zona del puerto y el paseo marítimo. Allí puedes comer pescaíto frito fresco ¡recién salidito del horno oiga! muy muy barato. Es una ciudad con encanto artístico, gaviotas por doquier, artistas pintando sus cuadros, darboukas sonando en los rincones… a mí me encanta y también suele ser parada obligatoria.
 


 

Después de visitar todo esto… y si tienes el mismo problema que yo (lo compro todo), tienes que ir al zoco, a cualquiera de ellos, y si vas con la maleta vacía te aseguro que vas a llenarla de cosas útiles, pero sobretodo de cosas inútiles, hay de todo, desde mochilas hechas a mano, hasta llaveros con tu nombre escrito en árabe, por no hablar del típico dromedario que después no sabes qué hacer con él…

 
 
 



Lo más importante para viajar a Marruecos ya sea Marrakech o cualquier otro lugar,  es ir siendo consciente del país al que vas, respetar la cultura y disfrutar, no hay más secreto.

Mete en tu maleta lo justo y necesario ( no la llenes, ya lo harás allí), ve con la mejor compañía ( aunque hay veces que más vale sol@ que mal acompañad@) y... 

¡¡¡¡¡Pásalo bien!!!
¡¡¡Buen viajeee!!!!!

 

 

 

 

 

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